Por Yosley Carrero
LA HABANA, 11 abr (Xinhua) — En pleno corazón del municipio habanero de Plaza de la Revolución se encuentra el círculo infantil Granito de Azúcar, uno de los más de 300 con los que cuenta la capital cubana.
Poco más de 150 niños y niñas de entre 1 y 6 años reciben atención de lunes a viernes en este centro educativo, entre los cuales se encuentra Fabio Salabarría, un alumno de preescolar que ahora aprende a escribir junto a sus compañeros de clase.
“Aprendo sobre muchas cosas. Me gusta venir aquí porque cantamos y bailamos”, dijo el pequeño a Xinhua durante un receso matutino.
En este círculo infantil también está inscrita Lucía Copa, quien participa en las múltiples actividades organizadas por la institución educativa.
“Aquí hacemos muchas cosas. Armamos rompecabezas, jugamos dominó, fútbol y también coloreamos”, agregó la pequeña, en medio de la algarabía infantil.
En los salones del círculo infantil, los asistentes hacen uso de instrumentos musicales o juguetes de fabricación industrial, mientras juegan con objetos decorados en cartulinas de diferentes colores.
La directora del círculo, Alba Álvarez, tiene 44 años de experiencia en el sector y considera que está formación educativa sienta las bases para la entrada a la enseñanza primaria.
“Desde que ellos llegan al círculo se incorporan a las diferentes actividades que están diseñadas en cada año de vida para su formación integral”, dijo a Xinhua, al tiempo que resaltó la importancia de la comunicación y el desarrollo de la expresión corporal para los infantes.
La Habana, seguida por las provincias orientales de Santiago de Cuba y Holguín, son las de mayor presencia de círculos infantiles en toda la nación, de acuerdo con el Ministerio de Educación (Mined).
La directora nacional del nivel educativo correspondiente a Primera Infancia en el Mined, María de los Ángeles Gallo, dijo a Xinhua que los círculos infantiles se encuentran en medio del perfeccionamiento del sistema nacional de educación.
“Estamos mejorando el currículum de la primera infancia con nuevos contenidos como la familiarización del niño con un idioma extranjero y acciones de motricidad fina, así como instrucciones para el cuidado de su salud y el medio ambiente”, explicó.
Agregó que ampliar las capacidades de los círculos infantiles con nuevos centros y variantes educativas es una de las proyecciones de trabajo, lo cual está a tono con la atención a la dinámica demográfica del país, así como a la atención brindada por el gobierno a las madres trabajadoras y estudiantes.
Cuba también ha retomado la implementación de las llamadas Casitas Infantiles con más de 80 en todo el territorio nacional.
Las Casitas Infantiles se ubican en entidades laborales que acogen a hijos e hijas de trabajadores en espacios habilitados con este fin, espacios en los que laboran profesionales del sistema educativo cubano.
El país caribeño cuenta con más de 1.000 círculos infantiles que tienen una matrícula superior a los 134.000 niños y niñas, ubicados en las 15 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud, según datos del Mined.
Los primeros círculos infantiles en Cuba fueron abiertos el 10 de abril de 1961. Fin