ESPECIAL: Cuba pone en marcha zafra para reanimar industria azucarera

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   Por Raúl Menchaca
   LA HABANA, 5 dic (Xinhua) -- Cuba puso en marcha esta semana la zafra azucarera 2023-2024 con el objetivo de reanimar esa industria a partir de una producción "superior a la precedente" con el trabajo de 25 de las 56 refinerías del país.
   "Esperamos una zafra superior a la precedente, con capacidad para asegurar la demanda de la economía y destinar una parte a la exportación", dijo en la televisión local el presidente del estatal Grupo Empresarial Azcuba, Julio García.
   La molienda se inició el lunes por la fábrica "14 de julio", de la sureña provincia de Cienfuegos y considerada como una de las más eficientes productoras de azúcar de Cuba en las últimas contiendas.
  En esta zafra molerán 23 centrales en diciembre y otras dos se sumarán en enero, una estrategia diseñada desde Azcuba para "asegurar el azúcar necesario para la economía, así como los alcoholes y aguardientes necesarios para el país".
   "Será una zafra corta pero eficiente. Sabemos que una recuperación económica del país pasa por el aporte del sector azucarero", subrayó García.
   Aunque no hay cifras oficiales, en la cosecha 2022-2023, la industria quedó muy por debajo de lo previsto, un resultado que, de acuerdo con el presidente del Grupo Empresarial Azcuba, afectó la entrega del dulce a la canasta familiar subsidiada que se oferta cada mes a cada cubano y que en los últimos meses ha enfrentado un serio desabastecimiento.
   "Nuestras centrales tienen cerca de 100 y algunas hasta 200 años de explotación, pero se están analizando los errores que hemos cometido", señaló el directivo, quien anunció planes para la inversión extranjera en el sector.
   Un grupo de centrales que están entre las más viejas y con tecnología más atrasada solo producirá meladura, una sustancia obtenida de la caña de azúcar y que se emplea en la elaboración de aguardientes.
   La industria posee además 12 destilerías, 11 refinerías y 114 plantas de derivados, entidades que dependen de una cosecha de caña de azúcar casi totalmente en manos privadas a partir de más de 75.000 cooperativas y campesinos individuales.
   De acuerdo con cifras oficiales, entre 2012 y 2017 la industria logró un aumento de la producción de entre 10 y 15 por ciento anual, pero a partir de esa fecha ha habido una caída brusca atribuida al impacto del recrudecimiento del bloqueo que desde hace más de seis décadas aplica Estados Unidos contra Cuba.
   Ese bloqueo impide la libre comercialización y exportación de azúcar, limita el acceso a los créditos y encarece los fletes, al imposibilitar el acceso al mercado de Estados Unidos y obligar a ventas más lejanas en Europa y Asia.
   También, en una industria que es alta consumidora de diésel, hay afectaciones por el déficit de suministro de combustible.
   De acuerdo con la cancillería cubana, solo en el periodo que abarca desde el 1 de marzo de 2022 hasta el 28 de febrero de 2023, los daños provocados por el bloqueo se estiman en 4.867 millones de dólares.
   A precios corrientes, los daños acumulados por seis décadas de aplicación del bloqueo suman 159.084,3 millones de dólares, según el estimado anual que realiza el gobierno de Cuba.
   Con una tradición centenaria, la industria azucarera fue durante muchos años el principal rubro económico del país y llegó a producir en 1970 el récord de 8,6 millones de toneladas de azúcar.
   Durante la década de los años 80 del siglo pasado, Cuba mantuvo niveles productivos por encima de los ocho millones de toneladas.
   A finales de 2002, con un proceso de reordenamiento de la industria, conocido como Tarea Álvaro Reynoso, el país pasó de 156 centrales a las 56 de la actualidad. Fin

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